Por
lo que me cuentan y lo que he leído por ahí, me parece que soy el único que no
ha quedado fascinado con esta comedia alemana a la que no dejan de lloverle premios
y estrellas de la crítica; una película de incuestionable valor artístico pero,
en mi opinión, resultados irregulares.
Todo
gira en torno a un padre cachondo y ocioso que quiere devolverle la humanidad a
su hija, mostrarle antes de que sea demasiado tarde aquello de que “la vida es
lo que ocurre mientras haces otras cosas”.
El
primer tercio de la historia transcurre bajo este enfoque, y funciona muy bien
al retratar con sencillez y cierto vitriolo a este mundo actual en el que se
censurar los integrismos religiosos mientras, por otro lado, se vive bajo el
poder asfixiante del fundamentalismo corporativo: un mundo de externalizaciones
y deslocalizaciones, de esclavos del trabajo y de adictos a la filosofía de las
multinacionales, que inculcan mensajes que a menudo parecen extraídos del
manual de una secta.
El
caso es que hay que llenar ciento sesenta minutos (¡160!), y aunque en todo
este trayecto te encuentras con momentos divertidos y de sorprendente desmadre
surrealista (la escena sexual en el hotel, el primer encuentro con el directivo
norteamericano, la fiesta de cumpleaños…), echo en falta dos de los factores que
considero clave para una comedia, por encima del sentido del humor: ritmo y
complicidad. No sé, a lo mejor es que soy más mediterráneo de lo que pensaba, o
es que quizá existe un humor típicamente teutón y no lo sabía. Sea como fuere, Toni
Erdmann es más absurda que graciosa, y, de hecho, me convence más su intención
dramática que su vis cómica.
Mención
aparte para los protagonistas, Peter Simonischek y Sandra Hüller, que componen
un dúo magistral y abarcan casi todos los registros posibles de la
interpretación, incluido el musical.
Puede
que con una hora menos de metraje hubiera disfrutado más. No obstante, si vuestra
vejiga aguanta y hacéis caso a la mayoría, no os la deberíais perder.
Directora: Maren
Ade
Guion: Maren
Ade
Intérpretes: Peter
Simonischek, Sandra Hüller
País:
Alemania
No hay comentarios:
Publicar un comentario