Si
alguien piensa que los manierismos de la saga Matrix pueden provocar agujetas, no quiero ni imaginar cómo estarán
los huesos de Keanu Reeves después de haber interpretado ya dos veces a este John
Wick, vengador pertinaz e indestructible, artista del volante y de la pistola, un
fulano que se ríe menos que Michael Haneke y que es todo un chollo para los
amantes de la artillería y la adrenalina en pantalla panorámica.
Lo
que cuenta la película es lo de menos. La trama argumental es un mero pretexto
para saltar de persecución en persecución y de pelea en pelea, y en este caso
tanto el ruido como las nueces son de primera, con un uso de los efectos digitales
que, en vez de alejarnos de lo tangible en beneficio de la estética del
videojuego, rescata a menudo la descarnada fisicidad de aquellos rudos filmes policiacos
de los 70. Y que nadie —obvio— pretenda escarbar en busca de la hondura de los
personajes, que no va de eso, aunque Wick sea un viudo atormentado y sus
enemigos una retahíla de villanos megalómanos y pomposos.
Ahora
parece que haya la obligación de definir las películas con la jerga sofisticada
del marketing o con algún anglicismo de nuevo cuño, pero John Wick. Pacto de sangre
es lo que toda la vida se ha llamado una peli de tiros —no nos compliquemos más—,
y, por fortuna, el desequilibrio que provoca que abunden más las escenas de
acción (fabulosas y brutales) que las de transición (anodinas, casi siempre)
puntúa, y mucho, a favor del espectáculo.
No
alcanza, por supuesto, el nivel de las últimas entregas de 007 o Misión Imposible, y tal vez sea
demasiado ceñuda tratándose, al fin y al cabo, de un tebeo violento y
vertiginoso —aunque asoma de vez en cuando un tinte oscuro de humor, no es tan
descaradamente sarcástica como Kingsman: Servicio Secreto (Matthew
Vaughn, 2014)—; aun así, sin saber del todo dónde acaba el homenaje y empieza
la parodia —o viceversa—, se trata de una de las películas de acción más
disfrutables de los últimos tiempos. Poca broma (o mucha, según se mire).
Director: Chad
Stahelski
Guion: Derek Kolstad
Intérpretes: Keanu
Reeves, Riccardo Scamarcio, Common, Ian McShane, Ruby Rose, Claudia Gerini, Franco
Nero, Lawrence Fishburne, John Leguizamo
País: Estados Unidos
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